5 Cuidados que debes tener después de hacer un tatuaje

Después de hacer un tatuaje, puedes pensar que ya no tienes nada más que hacer. Pero cuidar el tatuaje es fundamental para prevenir infecciones, asegurarte de que el diseño esté bien definido y que los colores luzcan exactamente como los imaginaste. Un buen tatuador te dará todos los consejos, pero nunca está de más repetir:
1. Mantiene la película durante al menos 4 horas.
Después de hacer tu tatuaje, el tatuador lo cubrirá con una película o algo similar. Debes dejar el tatuaje así durante al menos 4 horas, pero no ¡la dejes así el resto del día! Es importante que la piel quede al aire libre para evitar la proliferación de bacterias y una infección local.
2. Aplicar crema
Para que la piel sane más rápido, debes aplicar una crema (¡pero no en exceso, para que la piel respire!). Existen algunas cremas aptas para pieles tatuadas en el mercado, pero Bepanthene Plus o Bepantol Derma - que encuentras en cualquier farmacia - también mantienen tu piel hidratada y saludable en los primeros días después del tatuaje.
3. No tomes el sol
Otra recomendación para quienes se acaban de tatuar es no tomar el sol directamente, ya que los rayos ultravioleta pueden dañar la piel, retrasar la curación y hasta cambiar el color de la tinta. Si realmente tienes que estar al sol, pon mucho protector solar y intenta mantenerte hidratado.
4. No raspes ni quites las escamas
Cuando la piel finalmente comienza a sanar, es normal que aparezcan pequeñas escamas. Por mucho que te apetezca quitarlas, ¡no lo hagas! Para que el dibujo y la tinta se mantengan, es importante dejar que la piel sane por completo y de la forma más natural posible, sin rayar ni quitar costras. Para evitar el picazón de los primeros días, es importante mantener la piel hidratada: bebe entre 1,5 a 2 litros de agua al día, usa una crema hidratante (puede ser la vieja Nivea) y evita la ropa ajustada.
5. No vayas a nadar y evita la ropa ajustada
Durante el primer mes, debes dejar tu piel fresca y seca. Por tanto, no te bañes ni en la playa, ni en piscinas públicas. Tampoco debes llevar ropa ajustada, que no permita que la piel respire y que pueda contribuir a la caída de las costras de que ya hablamos. Después del baño, seca siempre muy bien la piel, preferiblemente con toallas de papel desechables. Si vas a hacer una limpieza cutánea, lo mejor es no aplicar ningún producto durante el primer mes en esa area.